Ley
Núm. 082 del año 2000
(P. de la C. 2924), Ley 82,
2000
Para
disponer que el Teatro Matienzo
LEY 82 DEL 21 DE MAYO DE 2000
Para disponer que el Teatro Matienzo,
localizado en la Ave. Ponce de León esquina Calle Del Parque, en el Municipio
de San Juan, sea designado como "Teatro Francisco Arriví" en reconocimiento
a su destacada aportación al teatro en Puerto Rico, y por su legado artístico a
la cultura puertorriqueña, mereciendo el título de "Padre del Teatro
Contemporáneo Puertorriqueño".
EXPOSICION DE MOTIVOS
Don Francisco Arriví nació en San Juan, Puerto Rico, en el año 1915 y
desde temprana edad mostró interés por la literatura. Cursó el Bachillerato en
Artes Pedagógicas, con especialización en Lengua y Literatura Española, en la
Universidad de Puerto Rico.
Ejerció el profesorado en Lengua y Literatura Española en la escuela
superior de Ponce (1938‑1941). Fundó "Tinglado Puertorriqueño",
sociedad dramática de estudiantes bajo cuyo nombre estrena sus obras Club
de Solteros (1940) y El Diablo se Humaniza (1940). Sigue de cerca
la labor de la asociación dramática "Areyto" (1940) y cuando viene a
trabajar a la Escuela del Aire, luego de ser galardonado por el libreto De
la Jungla al Rascacielo, presentado en el Concurso Radiofónico Anual de
dicha institución, se dedica a la confección de programas dramatizados y a la dirección de los mismos, práctica que
le ayuda a desarrollar una mayor conciencia en el teatro.
Para esa época escribe las siguientes series radiofónicas: Alma de
la Leyenda, Hacienda Villareal, Héroes de la Guerra y Páginas de Nuestra
Historia. Revive el "Tinglado Puertorriqueño" (1945) al amparo
del cual monta su primer drama en tres actos, Alumbramiento (1945) y
luego María Soledad (1947).
En el 1948, la Fundación de Rockefeller y la Universidad de Puerto
Rico le conceden una beca para estudiar radio y teatro en la Universidad de
Columbia, donde escribe Cuentos de Hadas, obra seleccionada por el señor
Carlos Solórzano para ser incluida en su antología Teatro Breve
Hispanoamericano y Caso del Muerto en Vida (195l).
De regreso a Puerto Rico, el Sr. Arriví ocupa el puesto de Director de
Programas de la Radioemisora W.I.P.R. en la cual, intensifica la producción
desde un punto de vista dramático.
En el 1956 escribe Bolero y Plena, que presenta en el Teatro
Universitario en 1956; Vejigantes (1957) que monta en el Primer Festival
de Teatro Puertorriqueño (1958) y Siren que estrena el Teatro
Experimental del Ateneo en 1959. Estas
constituyen la "Triología Máscara Puertorriqueña". La obra Vejigantes
fué premiada por el Instituto de Literatura en el 1959 y publicada en el libro Teatro
Hispanoamericano (1964) por el profesor Frank Dauster de la Universidad de
Rutgers.
Francisco Arriví ayuda a formular el "Proyecto para el Fomento de
la Artes Teatrales en Puerto Rico" (1956) del Instituto de Cultura
Puertorriqueña, el cual desemboca en el "Primer Festival de Teatro
Puertorriqueño"(1958).
En el 1959, Francisco Arriví, ocupó el puesto de Director de la
Oficina de Fomento Teatral del Instituto de Cultura Puertorriqueña. Organizó y
dirigió en el 1961 el "Primer Seminario de Dramaturgia", en el cual,
presentó la ponencia Evaluación del Autor Dramático Puertorriqueño a partir
del 1938. En el 1964, monta su obra Cóctel de Don Nadie (1963), para
el Séptimo Festival de Teatro Puertorriqueño.
Sometió en el 1966, un Plan de Teatro Profesional a la dirección del
Instituto de Cultura Puertorriqueña por el cual se instituye el "Festival
de Teatro Puertorriqueño", "Festival de Teatro Internacional",
el "Festival de Ponce y Vanguardia" (1967) y el "Festival de
Teatro de Mayagüez" (1972). La clase teatral, orientada por la experiencia
de dichos sucesos, termina por tener conciencia de sí y se lanza a la apertura
de salas de teatro, lo que augura el establecimiento de un teatro profesional
largamente soñado en Puerto Rico. A don Francisco Arriví le debemos las luchas
incesantes por la restauración del Teatro Tapia, el Teatro Yagüez, el teatro
del Municipio de Orocovis y finalmente la creación del Centro de Bellas Artes.
En
el 1982 fue declarado "Humanista del Año" por la Fundación
Puertorriqueña de las Humanidades. La crítico de teatro e historiadora, Dra.
Angelina Morfi, lo describió de la siguiente manera: "Quijote desvelado,
se aúpa sobre las circunstancias adversas y desde su estrado de Juez del
Teatro, emite una y otra vez sus juicios".
El
teatro moderno en Puerto Rico existe gracias a la visión de futuro que tuvo
este insigne puertorriqueño, hacedor de nuestra cultura nacional, humanista
incanzable, dramaturgo consumado, maestro de la palabra y del escenario, uno de
los más grandes escritores en Lengua Española de nuestro siglo. La Clase
Teatral de Puerto Rico y en Hispanoamérica lo reconocen como el "Padre del
Teatro Contemporáneo en Puerto Rico". Junto a don Alejandro Tapia y
Rivera, ocupa el primer lugar en la dramaturgia de nuestro país.
DECRETASE
POR LA ASAMBLEA LEGISLATIVA DE PUERTO RICO: