Revista Jurídica de LexJuris de Puerto Rico

Volumen 8 Marzo 2006 Núm. 1


Evaluación y diagnóstico del acoso moral o “mobbing” en el trabajo


Por Luz Migdalia Vélez Rodríguez, Ph.D.

El acoso moral es un riesgo psicosocial; uno de los riesgos que presenta una incidencia cada vez más alta. El “acoso” laboral, expresado en toda la extensión de la palabra es algo que no debe tomarse a la ligera, ya que puede condicionar la vida de las personas en los escenarios de trabajo. Afortunadamente, comienza a adquirir mayor relevancia debido a una mayor sensibilización a nivel social y laboral. 

Los factores psicosociales son difíciles de abordar debido a que afectan directamente a las relaciones interpersonales en el trabajo: relaciones creadas artificialmente. Si ya en las relaciones informales y libres fuera del ámbito laboral surgen conflictos interpersonales, qué decir de las creadas artificialmente en el seno de las empresas que, además, se ven sujetas a múltiples variables como el estrés, la carga de trabajo excesiva, estilos de mando, falta de motivación, mal clima laboral, deficiente comunicación laboral, entre otras.

Hay diferentes niveles de actuar según el momento en que se encuentre el proceso. En una primera aproximación debemos identificar y evaluar los diferentes tipos de riesgos psicosociales que pudieran estar presentes en la organización, para luego realizar las evaluaciones específicas pertinentes.

Es fundamental conocer el tipo de empresa donde vamos a intervenir, pues sus características organizacionales nos darán el marco general de la situación. Para ello será necesario recabar información que se obtendrá a través de reuniones con los directivos de la empresa y los representantes de los trabajadores.

Es fundamental informar a todos los pasos que se van a desarrollar en la empresa. Debemos recordar que la información reduce la ansiedad y favorece la colaboración. Por ello, se garantizará la confidencialidad de todos los datos aportados.

Identificación del “mobbing” 

Esta identificación puede llegar a ser una tarea difícil, compleja y ardua. Por lo tanto, es medular recalcar la importancia que tiene la correcta interpretación de los datos y la información que pudiéramos recabar. No podemos olvidar que es posible que en algunas ocasiones las personas sometidas a acoso moral sufran patologías severas que ameritan servicios  psicológicos especializados.

Previo a la administración de cualquier instrumento (por ejemplo, cuestionarios) se debe informar a todo el personal de los siguientes aspectos:

         • Qué evalúa el instrumento.

         • Hacer claro que toda la información que se obtenga será de carácter confidencial.

         • Explicar que el objetivo que se persigue es mejorar las condiciones de trabajo.

        • Recalcar que es necesario contestar con sinceridad.

         • Debe recordar que se trata de herramientas generales de diagnóstico y  que es   necesario que el profesional que intervenga relacione la información con la situación y las características de la organización para una interpretación correcta.

De la correcta aplicación  e interpretación de los métodos utilizados, identificaremos los posibles factores de riesgo que pueden favorecer este tipo de conductas. Ahora bien, en caso de sospechar que hay acoso moral se deberá profundizar en su indagación con suma cautela para no tensar aún más la situación.

Evaluación del “mobbing”

En la evaluación del acoso moral se examinarán dos aspectos diferenciados: la incidencia del fenómeno y las posibles consecuencias en las personas afectadas. Será necesario recoger una serie de datos para un diagnóstico correcto y documentar la situación.

Se tratará de determinar el número, tipo y frecuencia de las conductas de acoso que se pudieran estar dando. Es decir, si se cumple o no la definición del “mobbing” en sus aspectos de frecuencia, temporalidad y estrategias de acoso sufridas.

Además, se tratará de determinar el estado de salud del afectado(a). No para etiquetarlo, sino para determinar si son necesarios servicios de consejería especializados. En la mayoría de los casos de acoso moral, las víctimas sufren daños psicológicos que pueden inhabilitarlo tanto en el ámbito laboral, como en el social y familiar.

Toda la información obtenida debe contrastarse con el objetivo de evitar caer en la trampa del “falso acoso moral” que puede llegar a convertir al supuesto acosador(a) en víctima. Cualquier precaución es poca. Debido a factores psicosociales, el “mobbing” es difícil de identificar y de evaluar; obliga a un abordaje serio, estricto y profesional.

Más aun, debe ser de interés para las organizaciones prevenir los riesgos de carácter psicosocial, y proporcionar a los diversos agentes organizacionales las herramientas necesarias para realizar esta labor. De este esfuerzo común, lograremos unas mejores condiciones de trabajo que repercutirán tanto en la productividad como en el clima laboral y redundará una mayor calidad de vida en todos los trabajadores.

 

La autora es psicóloga industrial/ organizacional con especialidad en consejería laboral.  

Puede contactarla llamando al (787) 360-6676 o escriba a dra.velez@prw.net  


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