Nació el 10 de junio de 1832 en San Juan. Fue alumna del conocido educador y sacerdote español Padre Rufo Manuel Fernández. En sus aulas, recibió la limitada educación que se le ofrecía a las mujeres durante esta época. Sin embargo, este acercamiento le sirvió de estímulo para ella misma procurarse una educación más amplia por medio de la lectura.

Estos deseos de conocimiento despertaron su inquietud literaria y, a la temprana edad de quince años, ya había escrito dos obras dramáticas: Los deudos rivales y Hacer el bien al enemigo es imponerle el mayor castigo, publicadas en 1863 y 1866, respectivamente. En este último año, también publicó su tercera pieza teatral, titulada Amor ideal. Estas creaciones teatrales la convierten en una de las primeras cultivadoras de este género que recoge la historia de nuestras letras.

Además del teatro, nuestra escritora cultivó la poesía. En 1863, participó con su poema “Tres coronas” en el certamen literario auspiciado por la Real Sociedad Económica de Amigos del País, en honor del reconocido pintor puertorri-queño don José Campeche. Logró un segundo lugar, después del poema ganador escrito por Manuel Corchado y Juarbe. Otros de sus poemas más conocidos son "Agonía de Jesús en el huerto" y "A la Santa Cruz".

Hernández de Araujo murió en San Juan el 9 de abril de 1877, sin llegar a publicar su única novela, titulada Flores o virtudes y abrojos y pasiones, junto a su cuarta obra teatral El catecismo bíblico.

La obra literaria de esta escritora puertorriqueña está enmarcada por la temática religiosa y por la defensa de los más altos valores morales.